Munia Curvitain Somos la especie indestructible.
¿Un día sin nosotras? No, amigas, yo quiero un día sin ellos.
Quiero usar las faldas que tengo guardadas en el closet y que abandoné por temor a que algún pendejo me grabara de abajo o aprovechara para meter su mano.
Quiero caminar sin irme checando las espaldas cada segundo, con temor de que un cabrón me venga siguiendo.
Quiero saber qué se siente no leer notas de feminicidios.
Quiero dejar mis tenis en la casa y no tener miedo de no llevar zapatos cómodos por si me toca correr por mi vida.
Quiero salir a caminar en la noche y volver a tomar fotos de los atardeceres.
Quiero saber que mi mamá, amigas y conocidas regresaron con bien a sus casas, sin ser acosadas o agredidas.
Quiero dejar de ir a dormirme con la culpa que implica saber que yo sólo quiero ser libre y caminar por una calle, mientras hay miles de mujeres viviendo con sus violadores, siendo víctimas de trata, aguantando trabajos injustos y brechas salariales.
Quiero hacer mil cosas amigas, yo no paro, quiero que paren ellos.
¿Qué les vamos a demostrar nosotras haciendo un paro nacional? Si las que pueden hacerlo son las que no viven al día, las que no tienen que pagar por la comida de sus hijos, las que no dependen de sus sueldos y de sus trabajos precarios. Si un paro sólo vislumbra nuestras diferencias de clase y raza, yo no quiero parar, quiero que paren ELLOS.
A mí poco me interesa que los que “no hacen nada” se molesten, me valen verga. Tienen toda una vida sabiéndose los dueños del mundo, escupiendo por las calles, viendo morritas con morbo, acosándolas, violándolas, y matándolas. Así que yo, que no distingo quién sí y quién no, quiero cambiar el hashtag por #UnDíaSinEllos.
Porque un día sin nosotras es lo que desean, si no, no se la pasarían asesinándonos diario. Por cierto, si solo un día los hombres se quedaran quietos, sin hacer nada, la tasa de homicidios bajaría un chingo, porque ¿quiénes creen que matan hombres?
Exacto, ahí la tienen.
Y hacer lo que ellos hacen, ya todas sabemos que sí podemos, eso es lo de menos.
Así que déjenme vivir en mi utopía, déjenme soñar con que me despertaré y mi día será sin ellos, no sin mí.
